¿Quién camina en Barcelona y cuál es su objetivo?
Teniendo los ojos bien abiertos, así como los cordones de zapatos bien atados, decidí caminar alrededor de Barcelona para encontrar algo más allá de turistas, kioscos, o tiendas departamentales.
Desde el primer momento que llegué a Barcelona observé a un tipo de personas que podías encontrar en todo momento; a cualquier hora del día, noche y calle dentro de esta gran ciudad. Personas que caminan entre nosotros, esperan la luz verde del semáforo a un lado nuestro mientras cruzamos una calle o en alguna banca sentados frente a nosotros.
Se trata de las personas que recorren Barcelona con un coche que no necesariamente es de alguna marca en especial, pero ese coche transporta lo más preciado y el significado de cuánto podrán comer después o qué tanto le pueden proporcionar a sus familias. Son personas que se dedican a recolectar objetos chatarra como fierro, aparatos electrodomésticos o si tienen suerte, algún objeto con mayor valor.
Empezando el día y a unos 200 metros de casa vi a la primera persona, caminando y observando cada esquina o depósito de basura.
Decidí seguirlo y ver a dónde se dirigía, hasta que se detuvo en una banca para descansar y beber un poco de agua.
Por la esquina me encontré a otro, quién esperaba la luz verde del semáforo para cruzar la calle. siguiéndolo y observando su carrito, pude distinguir metal, canastas y un marco que parecía ser de un microondas.
Seguí caminando para poder observar más o si las características coincidían con las ya vistas; guantes, camisetas con mangas largas, pantalón, carrito y mascarilla. Cuando me topé con un hombre que aparentaba estar de muy buen humor, puesto sus facciones en la cara podían reflejarlo. Decidí acercarme y charlar con él para ver qué información podía darme, saber un poco más de su vida. Sin hablar muy bien castellano, me indicó que buscaba metal para poder llevarlo a una central en dónde lo compran y así poder tener dinero para su familia. Lo acompañé un par de calles mientras hacía su recorrido, pero tuve que dejarlo ya que comencé a sentirlo incómodo hasta que se despidió de mí y pidió no lo siguiera más.
Caminando por alrededor de veinte minutos más, encontré a Damba, un hombre muy amable quien se ofreció a explicarme cómo funcionaba esta actividad.
Entre malos intentos de comunicarnos y señas con las manos, Damba me contó que él es de África, llegó a Barcelona cuando era un niño y a partir de ese momento su vida se resume a buscar objetos que puedan significar dinero para su familia.
Conversando y diciéndole que soy de México, solo pude notar sorpresa y contexto acerca de mi país.
Caminábamos juntos cuando me preguntó si quería ir con él a entregar todos estos objetos a esa central a la que todos llegan a vender y ofrecer sus hallazgos. Caminando por veinte minutos más, llegamos a la central, un espacio grande y con camiones dentro cargando objetos como neveras, microondas o lavadoras. Damba me explicó que ahí llegan todos, les compran los objetos y ahí también pueden reparar sus carros para poder salir al siguiente día. Llegando a la central, solo veía más hombres empujando sus carritos llenos de objetos que se transformarían en dinero. Al momento de llegar, se acercaron hombres que parecían ser los encargados del lugar puesto que su vestimenta cambiaba drásticamente, afeitados y con zapatos de carga, me pidieron que no tomara fotografías y abandonara el lugar. Tuve que irme sin tener la oportunidad de despedirme de Damba, quien se encontraba muy concentrado en la entrega de sus hallazgos.
Pude “sumergirme” por las calles de Barcelona, conociendo una actividad diaria que no se detiene y está siempre ante nuestros ojos. Personas que no buscan basura o comida, buscan objetos en específico que puedan ser algo de valor hacia ellos y puedan proveerles a su familia.
Fotos en blanco y negro, la búsqueda del preciado tesoro (el metal, ojo con las posibilidades expresivas de la palabra y las imágenes que sugiere), el caminar sin fin... Te animo a encontrar un titulo de post que recoja estos elementos de la manera más sugerente posible, a modo de USP: un titular corto, directo, poderoso. A ver qué sale!